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lunes, 22 de marzo de 2010

DE AGUA A VINO

LAS BODAS DE CANA

Casi todos los lectores de la Biblia, conocen el caso de las bodas de Caná de Galilea (Juan 2: 1-10), fiesta en la cual fueron invitados Jesús y sus Discípulos. Se sabe que en esa fiesta el vino se acabó en determinado momento, y entonces Jesús mandó llenar de agua las seis tinajas que estaban allí, y transformó el agua en Vino. Una vez hecho el milagro mandó que llevaran el vino al mayordomo para que lo probara, y éste admirado por el sabor lo consideró incluso superior al que había acabado.

Mas que una historia este caso encierra lecciones preciosas para cualquier persona que desea tener un matrimonio con amor y alegría verdaderos.

En verdad el matrimonio es uno de los acontecimientos más importantes en cualquier sociedad. Además es un momento de mucha alegría. Nadie puede decir que el matrimonio no ofrece alegría, pero tarde o temprano, todos nos percatamos de que somos frágiles (Caná significa caña, algo frágil-Isaías 42:3a) y despreciables (Galilea era una región despreciada). Tampoco se requiere mucho esfuerzo para percibir que el vino del matrimonio se acaba, ya sea la belleza, el dinero, la pasión, etc.
Es claro que el hecho de que el vino se acabe no significa que el Matrimonio tenga que acabarse. Hay muchas cosas que hacen que el vino se acabe, falta de respeto, falta de dialogo,
chismes, problemas financieros, etc.
¿Que Hacer?.....

Si el vino en su Matrimonio se está acabando o ya se acabó, la primera pregunta que se debe hacer es ¿Jesús hace parte de esta Fiesta? ¿Él está presente? Desafortunadamente sin Él el vino se acaba. Pero Él puede estar presente. la mejor manera de invitarlo a estar presente en nuestra relación conyugal, es invocar su nombre: Oh señor Jesús !te necesito!.

Es interesante que observar que Jesús no hizo nada para evitar que el vino se acabara, en realidad el vino se acabó por que tenía que acabarse, recuerde que la alegría que puede dar el vino de los placeres mundanos es frágil, falsa y pasajera.

Pero si queremos el mejor vino en nuestro matrimonio, además de la presencia del Señor es necesaria otra cosa, hacernos otra pregunta.
¿Estamos haciendo todo lo que Él dice?
María nos mostró el camino HACED TODO LO QUE EL OS DIGA (Juan 2:5).

Tal vez algunos consideren ridículo llenar con agua las tinajas de piedra, de la misma manera que muchos pueden encontrar ridículo que una pareja separe un tiempo para tener comunión con Dios, orar, pedir perdón, leer la Biblia, 10/10, reunirse y salir a visitar a personas.

Aún así hay aquellos que han experimentado hacer lo que Jesús les dice y han probado un Vino superior, mucho mejor.

Si el Señor está presente y si estamos dispuestos a hacer lo que El nos dice no hay razón para desesperarnos.

Aunque haya solo AGUA , aunque no haya mas sabor y placer, ni color, Él puede transformar todo.

Hugo y Maggie Yegros
Comunidad Unidos por Amor
ENCUENTRO MATRIMONIAL ARGENTINA

(LIBRO: MATRIMONIO ¿UN JARDÍN DE SUEÑOS?)

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