TESTIMONIO DE JORGE, SOLEDAD Y LUZ ESPERANZA

Nos solicitaron compartir lo que había significado para nosotros vivir el Fin De Semana de Encuentro matrimonial.
Podemos decir que vivir el FDS marcó un antes y un después en nuestro matrimonio y en nuestro caminar en la comunidad.
Siempre estuvimos cercanos a la capilla desde que llegamos a vivir aquí. Participábamos de todas las celebraciones que podíamos y siempre pensamos en llegar a trabajar por esta comunidad que por coincidencia de Dios, lleva el mismo nombre de la parroquia en que nos casamos en Talca hace casi 11 años.
Nuestro encuentro se realizó el 19, 20 y 21 de agosto de 2005, en la casa de retiros de Malloco.
Nosotros no sabíamos nada, donde sería, como nos íbamos a ir, que temas tocaríamos, también teníamos un poco de temor frente a lo desconocido y todo lo que esto significaba.
Lo tomamos con mucha responsabilidad, ya que éramos 5 matrimonios pioneros de esta comunidad y todos confiaban en que lográramos enganchar y poder sacar adelante esta pastoral en esta comunidad.
Lo que podemos decir, es que es una experiencia marcadora y que vale todo esfuerzo. Les pedimos a los nuevos novios que se abandonen en las manos del señor para que el actué en sus corazones para que saquen el mayor provecho de esta experiencia.

¿ Que pasó después del fin de semana…?
Una vez vivido el fin de semana regresamos a nuestro hogar y pasó un tiempo muy mágico en que el único tema que conversamos era comentar las experiencias vividas durante las 48 horas de amor.
Fue como estar recién casados nuevamente. Pero esta magia no dura indefinidamente, uno se va metiendo nuevamente en la rutina y el ajetreo diario. Lo que si queda es la experiencia y las herramientas entregadas y la capacidad de conversar los problemas. Nos dimos cuenta que el peso de los problemas es más fácil de llevar si Cristo nos ayuda.
Nos dimos cuenta que estábamos haciéndolo bien pero habían aspectos que mejorar y que hace bien conversar los problemas y abrirse, mas allá del simple hecho de conversar sobre lo que cada uno ha hecho durante el día, los problemas que ha tenido sino conversar también sobre lo que cada uno siente en el corazón, que constituye el verdadero dialogo.
Esto se ha visto reforzado por la formación de nuestro grupo de dialogo, un grupo que va mas allá de la mera reunión social, es más, nunca nos hemos reunido con ese fin. Y es eso lo que hace seguir vivo este espíritu de querer ser mejor matrimonio cada día.
En nuestro grupo de dialogo se ha establecido un pacto de confidenciladad que nos ha permitido abrir nuestro corazón y poder compartir esos temas que son tan delicados y que uno no habla con cualquier persona
En este grupo de amigos es en el cual nos hemos visto apoyados en nuestra dificultad de poder tener hijos y consolidar una familia. En esta pastoral y sus miembros hemos encontrado el cariño y la compañía, la pregunta frecuente de …¿como están chiquillos?, pero no en forma invasiva, sino por preocupación y la palabra de ánimo que uno necesita para seguir adelante.
Esto creemos, es lo que define el espíritu de encuentro matrimonial. El acompañamiento y el abrazo sincero que da animo de seguir trabajando y hacer crecer cada día esta pastoral para que muchos otros matrimonios puedan vivirlo y sentirse acompañados como nosotros nos sentimos hoy.
Finalmente, queremos aprovechar la oportunidad de agradecer a todos y cada uno de los miembros de nuestro encuentro matrimonial por el cariño que nos han expresado a nosotros y a nuestra hija Luz Esperanza una vez concretada su llegada a nuestro hogar. Nos hemos sentido muy queridos y apoyados. De todo corazón, muchas gracias a Todos.
Con verdadero afecto, sus amigos.
Jorge , María Soledad y Luz Esperanza.